Mujer, mamá y esposa

La Palabra de Dios tiene muchos ejemplos de mujeres, incluyendo tanto a las justas y a las impías, las que fueron fuertes y las débiles. Por medio de estos ejemplos aprendemos acerca del papel que Dios tiene para la mujer que con tanto amor creó y poder conocer la labor que desarrolla como mamá, esposa y su relación con su familia.

LA MUJER: ESPOSA SUMISA

A través del apóstol Pablo, Dios enseña a las esposas que: “Estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor” (Ef. 5:22). El sometimiento es ceder, aceptar la autoridad de otro, en este caso de su esposo. La sumisión como Dios la concibe es algo que debe recibirse, no es algo que deba ser exigido o demandado. En el matrimonio es un acto de amor y respeto (Ef. 5:23; 1 Co. 11:3). La esposa no debe someterse al comportamiento abusivo o perverso de su esposo. Y el esposo no debe exigir sometimiento de su esposa. Cuando la sumisión se practica de manera justa, el matrimonio tendrá paz y armonía.

LA MUJER: AYUDA IDÓNEA

La palabra ayuda se encuentra en el contexto de la “ayuda que vendría de Dios”. El papel que da Dios a Eva es el de fortalecer a la familia, no es un papel menor o inferior, sino diferente al del hombre. Adán no era pleno en sí mismo, por lo que Eva recibió la capacidad de ayudar a desarrollar esa plenitud en Adán.

LA MUJER DE EXCELENCIA

La conducta de sujeción, de responsabilidad, de obediencia, de fidelidad y de fe de la mujer cristiana, es el mejor testimonio ante el mundo que la rodea de su dependencia completa en Dios. Por lo que hará de su hogar un lugar donde se respire un ambiente de tranquilidad, paz, armonía y amor.

La mujer de Proverbios 31, se presenta como el ejemplo de mujer, esposa y madre de excelencia, en la que se destacan las características que hace de ella, una mujer virtuosa.

En Pr. 31:11-12 leemos, que ella posee la confianza total de su esposo porque él sabe que ella no hará nada que perjudique la integridad de su familia. En la sumisión a su esposo, ella trabaja arduamente con él para alcanzar las metas de su familia.

La mujer de excelencia es digna de confianza. El pensamiento del verso 23: “Conocido es su marido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra”, indica que su esposo es un miembro respetado en la comunidad y esto no  sucedería si su esposa lo avergonzara con sus palabras y acciones.

En el verso 28 leemos: “…y su marido también la alabó”, nos revela la honorabilidad de la esposa y su relación matrimonial muy estable. Además del reconocimiento amplio que el esposo da a su labor a favor de su familia.

Ella protege a su familia (v. 27).Su amor y cuidado por sus hijos es evidente, ella está atenta a sus necesidades (versos. 15 y 21), se asegura de tener alimento y vestido para ellos. El hecho de que sus hijos la alaben (v. 28) indica que han sido educados para respetar y valorar los esfuerzos de otros.

Ella es una madre amorosa y su impacto va más allá de su familia. Es justa con aquellos que trabajan para ella (v. 15), Ayuda a los necesitados (v. 20) y siempre es sabia en su palabra, sin caer jamás en necedades y chismes (v. 26).

Ella es una mujer de acuerdo a la voluntad de Dios. En los negocios, esta mujer es exitosa. También leemos que compra un campo, obtiene ganancias y las invierte en una viña (v. 16). Ella tiene sus propios negocios (v. 24) y es competente en todos los aspectos de la manufactura y el mercadeo. Es diligente e industriosa, por lo que su esposo confía plenamente en ella. Ella es sabia, fuerte y segura, según la voluntad de Dios. Ella reconoce sus talentos y los usa correctamente. Si bien es cierto que está involucrada en muchas actividades dentro y fuera de su hogar, el centro de su interés está en su familia.

“Muchas mujeres hicieron el bien; mas tú las sobrepujaste a todas”. Proverbios 31.29.

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