La Reforma Protestante

Los siglos XIV y XV, fueron una época de grandes cambios en la sociedad, una compleja realidad socio-política, religiosa y cultural. Un escenario de un incipiente CAPITALISMO naciente y un Feudalismo alicaído. Un incómodo imperio monárquico exigiendo su derecho divino y la Iglesia sustentando su poder bajo un sistema jerárquico-jurídico, basado en: “Creer es ante todo un acto de obediencia y sometimiento”. Y la insatisfacción del pueblo con la iglesia por la falta de cercanía a sus necesidades.

Es este el momento de transición en el que surge la Reforma Protestante, que no intentaba crear algo nuevo. Lo que pretendía era renovar y sustituir una estructura decadente, sin renunciar a la fe cristiana.

En Alemania se suscitaban luchas sociales y políticas. Las guerras campesinas en contra de los señores feudales (1521-1525) y en las ciudades se consolidaron los monopolios por la expansión comercial.

Bajo estas circunstancias, los reformadores inician una protesta religiosa que también aprovechan las emergentes naciones europeas en sus aspiraciones de liberarse de la sujeción de Roma.

Martín Lutero, Ulrico Zuinglio y Juan Calvino, se consideran las tres figuras principales de la Reforma Protestante Clásica, contribuyendo con distintivas aportaciones teológicas que dieron lugar al pensamiento central de las principales doctrinas reformadoras.

MARTÍN LUTERO

(Eisleben, Turingia, 1483 – 1546). Teólogo alemán (monje agustino-eremita), experto en las Sagradas Escrituras y profesor. Escudriñó diferentes fuentes filosóficas y teológicas, con el único objetivo de encontrar la mejor forma de obtener una relación más íntima con Dios y una auténtica libertad cristiana. Influenciado por las Epístolas del Apóstol Pablo, donde encuentra; “la libertad de la justificación por la fe en la gracia”, funda un sistema teológico que con el paso de los años lo llevaría a una ruptura con la Iglesia Católico-Romana. A más de dirigirle fuertes críticas centradas en el “Comercio de Bulas” y el hecho de mantenerse en su postura frente a la Iglesia le valieron la excomunión en 1520, convirtiéndolo en el dirigente del Movimiento de Reforma, movimiento religioso que rechazaba la autoridad del Papado y aspiraba a un retorno a la espiritualidad primitiva. Aunque solo quiso ser reformador, terminó rompiendo con la Iglesia Romana y fundó las bases de la Iglesia Luterana.

ULRICO ZUINGLIO

Nació el 1 de enero de 1484 en Wildhaus, Sankt Gallen. Reformador suizo, que habiendo leído la versión latina del Nuevo Testamento que Erasmo había realizado a partir del original griego, atacó en sus sermones enseñanzas y prácticas de la Iglesia, como la veneración de santos y reliquias, las promesas de curaciones milagrosas y los abusos originados por la práctica de las indulgencias. El papa Adriano VI le prohibió predicar y pidió al Consejo de Zúrich que le condenara como hereje. En enero de 1523 compareció ante el Consejo y reivindicó la supremacía de las Sagradas Escrituras sobre el dogma de la Iglesia y se opuso a la concepción sacramental de la Eucaristía y al celibato. Amigos de Martín Lutero y de Zuinglio, preocupados por las diferencias doctrinales existentes entre ambos, lograron reunirlos en 1529. El encuentro se produjo en Marburgo, resultando un fracaso. A diferencia de Lutero, Zuinglio tomó una postura militante contra la Iglesia Católica Romana y se unió a los grupos armados que procuraban la liberación de los cantones suizos de la presencia católico-romana, muriendo en batalla como héroe nacionalista. Por eso hoy en Zúrich, Suiza, hay un monumento a Zuinglio con la Biblia en una mano y la espada en la otra.

JUAN CALVINO

Teólogo y reformador protestante (Noyon, Francia, 1509 – Ginebra, 1564). Líder indiscutible de la Reforma Protestante. Cuando escuchó de las posiciones expuestas por Lutero y Zuinglio ante la Iglesia Romana, abrazó la causa de la Reforma. Calvino se constituyó en el gran sistematizador y conductor de la Reforma cuando se extendía esta pasión evangélico-reformadora por Suiza. Incluso, su influencia fue mayor que la Zuinglio, trascendiendo por toda Europa. Además, forjó un pensamiento claro y sistemático de las principales doctrinas reformadoras, transmitiendo su propio aporte y ampliándolos en temas teológicos, sociales y culturales. Bajo su guía se creó la República Ginebrina, con un gobierno teocrático y leyes civiles, políticas, sociales y morales. Fue el precursor del sistema de gobierno constitucional moderno con sus tres poderes: el ejecutivo, el legislativo y el judicial, con leyes para regir la vida religiosa que debía mantenerse separada de las otras tres instancias. Los puritanos a su llegada a lo que hoy conocemos como los Estados Unidos, traen una gran influencia de Calvino.

Calvino se opuso a la fusión de las iglesias reformadas inspiradas por él con las de inspiración luterana, alegando incoercibles diferencias teológicas. Entre éstas destaca la doctrina de la predestinación. Otras peculiaridades de su doctrina, como la de admitir el préstamo con interés (en contraste con los luteranos) han permitido que desde Max Weber algunos historiadores vieran en la ética calvinista el «caldo de cultivo» más propicio para el desarrollo de la moderna economía capitalista.

Bibliografía
Álvarez Carmelo, La Reforma Protestante: Continuidad y Cambio. 2015
Biografías y Vidas, La Enciclopedia Biográfica. (Martín Lutero, Urlico Zuiglio, Juan Calvino)
González, Justo L. Historia del Cristianismo, Tomo II. Editorial Unilit Miami, Fl. U.S.A. 1994.

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