Y estas señales seguirán a los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas. Marcos 16.17
Las divinas palabras y el Santo mandato de Cristo nuestro Señor poco antes de que ascendiera al cielo, dicho en nuestro texto, encierran una gran comisión con sentido de esencia divina para todos aquellos que en Él creyeran. Esta, naturalmente se entiende que es para aquellos verdaderos cristianos que viven con sentido de responsabilidad y compromiso para con la iglesia a través del derramamiento, virtud y plenitud de su Espíritu.
Al inicio de la infante iglesia cristiana del Nuevo Testamento en el libro de los Hechos, fue claro y notorio de cómo en Jerusalem concurrían multitudes de personas trayendo sus enfermos y atormentados de espíritus inmundos para ser curados (Hechos 5.16).
Lo que sigue es que no olvidemos por ningún momento que esta frase “seguirán”, no nos deja con dudas y perplejidad de que para los cristianos que hemos creído en el Señor Jesús como nuestro único Salvador, el poder nos está ya dado y en el Nombre Glorioso de nuestro Señor Jesucristo, el demonio no tiene por qué hacernos frente, sino al contrario, saldrá y huirá de nosotros porque así está dicho por el propio Cristo, “resistid al Diablo y de vosotros huirá”. Conscientes de que si Jesús es el mismo ayer, hoy y por siempre, luego entonces su poder está vigente hoy, y es para que, sin demora alguna, pongamos en práctica esa orden divina que está en nuestra mente, así como aquellos valientes discípulos salieron a testificar obrando con ellos el Señor y confirmando la palabra con las señales que se seguían. Amén.