El anhelo santo de Dios

Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón: Y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes: Y has de atarlas por señal en tu mano, y estarán por frontales entre tus ojos: Y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus portadas. Deuteronomio 6. 6-9.

Dios nuestro Padre es tan amoroso para con los suyos, que anhelosamente desea estas cosas:

1. ESTARÁN SOBRE TU CORAZÓN. Es el corazón el asiento del alma y por eso Dios quiere que en él estén sus benditas leyes, enseñanzas y mandamientos que han de normar la vida moral y espiritual de su iglesia y que nunca se olvide de ellas.
2. ESTANDO EN TU CASA. Un buen lugar y un buen recinto para hablar de las Sagradas Palabras, es nuestra casa; allí Dios se complace hablando a nuestros hijos y a los que formamos nuestra familia siendo Cristo el centro de la misma.
3. LAS REPETIRÁS A TUS HIJOS. Instruye al niño en su carrera es el mandato divino con el fin de que aún ya siendo adultos, el hombre sepa hacer la voluntad de Dios y que nunca se aparte del Señor y sepan nuestros hijos cómo enfrentarse al mundo y al diablo y que estos no los arrastren al fracaso.
4. ANDANDO POR EL CAMINO. Como la Palabra de Dios es lámpara a nuestros pies y lumbrera en nuestro camino, necesario es que estas palabras que Dios nos manda también guíen nuestros pasos para no tropezar y caer.
5. AL ACOSTARTE. Recordemos que en paz me acostaré y así nuestro sueño será tranquilo, que no tengamos molestias al conciliar el sueño, que no temamos aunque la tierra sea removida porque Dios es nuestro amparo y fortaleza.
6. CUANDO TE LEVANTES. Al ver la luz de un nuevo día, comenzar una nueva jornada de trabajos, que no tropecemos con piedra en el camino; pues las misericordias del Señor son nuevas cada mañana porque grande es su fidelidad.

Cumplamos el deseo bendito de nuestro Dios y obedezcamos siempre su santa Palabra.

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