La iglesia romana cree que es la única iglesia santa y apostólica. Creen que Cristo la fundó sobre Pedro; que es la iglesia universal y que fuera de ella no hay salvación.
La verdadera iglesia universal está compuesta por todos los que han nacido espiritualmente de nuevo, es decir, los que han creído en Cristo como su único Salvador (Juan 3.3, 16; 17.3,24; 1ª Corintios 12.13). La iglesia está fundamentada en la confesión que hizo Pedro: “tú eres el Cristo el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16.16, 18). Sobre esta verdad, esta fe en Jesucristo el Hijo de Dios, el Señor está edificando su iglesia universal.
En el versículo 18 hay un juego de palabras. El nombre de Pedro en griego es petrós que quiere decir piedra pequeña. En cambio petra, es la palabra peña, roca grande. Cristo dijo: tú eres petrós y sobre esta petra (refiriéndose a la confesión de Pedro) edificaré mi iglesia. Tú eres una piedra pequeña y sobre esta piedra grande (que acabas de señalar en tu confesión de fe) edificaré mi iglesia.
Pedro comprendió que él no era la peña sobre la cual se edificaría la iglesia. Prueba de ello es que explica en su primera epístola que Cristo es la peña, el fundamento de la iglesia. Todos los cristianos son piedras vivas que son edificadas sobre Él como casa espiritual (1ª Pedro 2.4-8).
De esta misma forma lo entendía también el Apóstol Pablo (1ª Corintios 3.11; Efesios 2.20-22).