EL anciano a la señora elegida y a sus hijos, a los cuales yo amo en verdad y no yo solo, sino también todos los que han conocido la verdad. 2 Juan 1.1
Una iglesia particular, probablemente la de Babilonia, es la que aquí se indica. “Iglesia” se deriva del griego kuriake, término apropiado para designar la asamblea de la iglesia. El amor cristiano reposa sobre la verdad cristiana y el Apóstol Juan siendo hombre prominente en la iglesia y además, persona que conocía muy bien al Señor Jesús, no puede ocultar su amor hacia aquella iglesia amada, formada por miembros que vivían apartados del mundo y entregados siendo parte de una fraternidad que siguiendo el ejemplo de su divino maestro, motiva a este sagrado escritor a decirles que ellos son verdaderamente amados por Él, porque estos hijos de la señora elegida andaban en la verdad.
El amor es el cumplimiento de la ley, y el cumplimiento de la ley es la segura prueba del amor. Este es el mandamiento, el amor en el que se recapitulan todos los demás mandamientos de Dios. Por cuando el amor y la verdad van de la mano, el Apóstol cree necesario hacer amonestaciones contra los enseñadores de errores.
Hay grados de recompensa celestial en proporción a los grados de capacidad de recibir la bienaventuranza celestial. Todo vaso que pertenece a Cristo tendrá su pleno gozo. Pero cuanto más grande es el vaso, tanto mayor será su capacidad de recibir aquella felicidad. El que con una mina ganó otras diez, recibió la autoridad sobre diez ciudades. El que granjeó cinco minas, recibió cinco ciudades; cada uno según su capacidad de gobernar y en proporción a su fidelidad. 1ª Corintios 15.41