El conocimiento actual que tienen los jóvenes acerca del noviazgo es equivocado, ya que está basado en la moral del mundo. Se piensa que el noviazgo es estar abrazándose, basándose (muchas veces sin pudor ni vergüenza) y se cree que esto es evidencia de un amor verdadero, siendo esto un error. Recordemos que como cristianos, nuestros principios no son los del mundo y a diferencia de ellos nosotros tenemos un Manual de Vida, la Biblia que demanda de nosotros santidad (“Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”. 1ª. Pe 1:16). En la Palabra de Dios encontramos todo lo referente al matrimonio como institución creada por Dios. El plan de Dios consiste en que todas las personas se casen, a no ser por causa de alguna enfermedad grave, el don de continencia u otro.
En la sociedad actual, sobreentendemos que debe existir una etapa previa al matrimonio en la cual la pareja deba conocerse… siendo éste el noviazgo y es la antesala para el matrimonio. Para los judíos el noviazgo es un pacto matrimonial llamado “kidushín” (santificaciones), cuando el hombre y la mujer se santifican, se consagran y se apartan el uno para el otro. También en el noviazgo se empeña la palabra para estar atados el uno al otro; “erusín”, del verbo “aras” = “atar”. Para poder definir tus sentimientos y diferenciar si lo que sientes es atracción física, o amor, recordemos que la atracción física se alimenta solo de caricias, excitación física, besos y nada más, mientras que el verdadero amor se alimenta de detalles románticos, y respeto mutuo. Sólo cuando amas según los parámetros de Dios, haces feliz a la persona que está a tu lado. En la Biblia, encontramos todo un capítulo dedicado al tema (Génesis 24). En él se hallan muchos detalles los cuales orientan a los jóvenes para escoger y saber con quién vas a pasar el resto de tu vida, conociendo que Dios como nuestro Padre y hacedor, está interesado en que seamos felices.
El noviazgo es una capacidad del carácter humano y depende de su madurez. Por lo que cuando un joven y una señorita se aman, comprenden que amar es la realización suprema de la vida y que el amor genuino es una expresión de respeto, de responsabilidad y de conocimiento (1ª. Co. 13). Por lo que en el noviazgo existen límites en cuanto a las caricias, no está basado en el amor erhos. También se caracteriza por el crecimiento espiritual y la ayuda mutua basada en el respeto y dirección de Dios, brindando un ambiente de libertad y de individualidad en ambos, porque se guardan. Se frecuentan muy poco, se escriben cartas, hay detalles románticos, existe compromiso con Dios y su obra, preocupándose por su salvación y santidad. Tiene reglas, las respetan y las cumplen.
El noviazgo no correcto o destructivo: asfixia, acosa, resta movilidad, tiempo, libertad. Obstruye y dificulta estudios, trabajos, objetivos y proyectos grandes, contaminan las relaciones familiares y de amistades. Es un noviazgo en donde no hay confianza ni respeto. Un noviazgo destructivo trastorna, daña, destruye. No escribirá cartas a su novio(a), querrá acompañarla a todos lados, posee celos enfermizos, intentará en todo momento realizar caricias indebidas, estar en sitios oscuros, le hará amenazas y tratará de manipular.
Por lo anterior, entendemos el porque es importante analizar nuestra relación y saber si tiene suficientes cimientos como para que al final concluya en la unión matrimonial para el resto de nuestra vida, ya que “No es lo mismo pasar una hora, un rato, que toda la vida juntos y en armonía”. Debes buscar una pareja idónea, la pareja que te ayude y esté al pendiente de ti, que sea la persona que Dios haya elegido para ti. Esto solo sucederá si actúas con madurez espiritual y consultas a Dios antes de tomar decisiones y si tienes el discernimiento espiritual para esperar a tu novio(a) en la voluntad de Dios, no es necesario tener varios noviazgos, sólo basta uno…para después casarse. No te quemes.
Si piensas que el noviazgo debe estar definido por el vínculo de amor y de fe, a más de ser guiada por Dios, tendrá un final feliz, de lo contrario resultará en un verdadero fracaso afectando y lastimando a las dos partes. No olvides la ordenanza de nuestro Dios que indica el Apóstol Pablo en 2ª de Co. 6:14:
No os juntéis en yugo con los infieles: porque ¿qué compañía tienes la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
Dios prohíbe terminante y tajantemente unirse en matrimonio con alguien que no es cristiano,…es pecado. Lamentablemente muchos jóvenes creen que Dios no tiene nada que ver en el asunto del noviazgo. Te aseguro que te evitarás muchos problemas si en todas tus decisiones tomas en cuenta el consentimiento de Dios. La respuesta de Dios dependerá, claro, de las peticiones y consultas que le hagas a través de la oración, y de la decisión que tomes para cumplir su voluntad. Por tal razón, mi consejo es que pidas a Dios en oración para que sea Él quien dirija esta importante decisión en tu vida; pon todos tus deseos en sus manos, ya que como joven vives situaciones y emociones que solo Dios puede dirigir y guiar. DIOS TE BENDIGA.